martes, 17 de febrero de 2009

CUALQUIER PARECIDO CON LA ACTUALIDAD...


Editorial publicada por la revista LA FAMILIA, en México, junio de 1949...


"La embriaguez, ese vicio repugnante que tras el dudoso placer de ingerir copa tras copa de licor o vaso tras vaso de cerveza o cualesquiera otras bebidas espirituosas, nubla la razón, embota los sentidos, despierta la lujuria, enardece la cólera y hace fácil la desverguenza; ese vicio cuyos efectos físicos son tan asquerosos pues ni siquiera proporciona gratas sensaciones, sino que transtorna el organismo con feos malestares; la embriaguez decimos, cada dia se extiende más y más entre los hombres y entre las mujeres, entre los viejos y entre los jóvenes.


A la calamidad del padre de familia que olvidando sus deberes se embriaga dilapidando el grande o pequeño patrimonio y hasta el sustento diario, a la tragedia de verlo regresar tambaleándose y riñendo, golpeando a la esposa y a sus hijos, se añade, cada dia, con mayor frecuencia el dolor de ver a los jóvenes siguiendo esos mismos pasos. Desde que empiezar a ganar algunos pesos, empiezan tambien a concurrir a las cervecerias donde los aturde el alcohol y la música estridente de las sinfonolas. De allí salen con bríos para seguir los malos consejos de muchachos pendencieros que los llevan a contraer enfermedades por entregarse a la lujuria o bien divertirse con las desnudeces y las procacidades de los espectáculos de carpas y teatros inmorales.


Pero no termina allí la tragedia. Las muchachas saben también tomar tequila o aguardiente, caen en brazos del novio que las convierte en amante y siguen por el camino de la degeneración.


Y la sociedad se corrompe en aras de un modernismo que pretende destruir prejuicios ñoños y hacer la vida más grata y llena de placeres.


La imaginación, al pensar en esto, vuela hacia los barrios pobres, hacia la masa enorme del pueblo que carece de cultura y de instrucción. Pero se equivoca si allí condensa el mal. Allí tal vez se descubre fácilmente porque no hay dinero con qué tapar sus lacras; pero entre las personas "bien", entre la gente acomodada anida igualmente este vicio. Los muchachos de sociedad no solo son brutales y descarados sino que además llegan a golpear a sus hermanas y a sus esposas, no materialmente, sino en lo moral: cuántas vejaciones, cuántos insultos, cuánta burla y cuanta maldad!.


¿Cúal es la salvación? ¿Volver a las costumbres anticuadas? ¿Suspirar por tiempos idos que también tuvieron su dolor y sus calamidades?. No, la salvación está en la decencia, en la moralidad, en su religión. Y estas virtudes no necesitan dinero para practicarse ni están prohibidas a los pobres. La decencia radica en el alma y es lo ascequible a los desheradados y a los ricos, la moralidad embellece igual la choza que el palacio. La religión ennoblece al hogar del artesano como al de industrial. Allí está la salvación.".


Si solo cambiáramos el estilo del artículo, modernizaramos el lenguaje que se utilizó y fuéramos más drásticos en el planteamiento, estoy segura que no habria que variarlo en mucho, lo que implica que en 50 años, la lucha contra la corrupción ha ganado la batalla, los tiempos han cambiado para ahondar en el deterioro de la sociedad, lo que hace que cada dia sea más difícil continuar con esa empresa, "todo tiempo pasado fue mejor"?.

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